La felicidad viene de la mano del bienestar. Sí, no es ningún descubrimiento, lo sé. Pero es que estos últimos días el bienestar se apodera de mis ratos, y una vez más, no tiene un motivo cierto.
Hace mucho que mi tristeza y mi felicidad no dependen de un hombre. Estar sola hoy me da muchas más satisfacciones que antes. Tengo mis ganas puestas en otras cosas. Es que ustedes (y me dirijo a los hombres) me aburren, me fastidian, me agobian, colman mi paciencia.
Estoy rodeada de 'mujeres' que se enfrentan a relaciones entregando su corazón. Y sólo consiguen un poco de pasión, pero no algo puro. Somos muy chicos para amar, ser amados y tener la madurez para afrontarlo. Y ver como pronuncian esas cinco letras con total impunidad, sin siquiera sentir algo próximo al amor… me destroza el alma y mi ilusión se ve atentada.
Hace mucho que mi tristeza y mi felicidad no dependen de un hombre. Estar sola hoy me da muchas más satisfacciones que antes. Tengo mis ganas puestas en otras cosas. Es que ustedes (y me dirijo a los hombres) me aburren, me fastidian, me agobian, colman mi paciencia.
Estoy rodeada de 'mujeres' que se enfrentan a relaciones entregando su corazón. Y sólo consiguen un poco de pasión, pero no algo puro. Somos muy chicos para amar, ser amados y tener la madurez para afrontarlo. Y ver como pronuncian esas cinco letras con total impunidad, sin siquiera sentir algo próximo al amor… me destroza el alma y mi ilusión se ve atentada.
mili
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