martes, 28 de enero de 2014

Santi

Seis palabras y tres acordes bastaron
me hundieron en la locura inmediata y la decepción inminente.
A veces me lo reprocho, porque no es necesario
creer las verdades de los que mienten.
Te escuché los elogios más hermosos
sin embargo tus ojos nunca me miraron
Qué me van a hablar de sal
si con una canción me transformaron.
Compré todas tus letras envueltas en chamuyos
y había mucha gente entre nosotros.
Por eso las manos quedaron vacías
y atrás de tus miedos y tu guitarra, parecía que te escondías.
No sé escribir, por vos lo hago.
Me faltan herramientas, pero me sobra amor.
Cada vez que te veo brillar, vuelvo a creer.
Vos me enseñaste el camino para saber crecer.

M

No hay comentarios: