miércoles, 10 de abril de 2013

Piratas, hay dos ejemplares. El que nace pirata y muere pirata. Y el que una mujer (desalmada) convierte en pirata a raíz de un desamor. Desalmada hay solamente un tipo. La que se cruzó con un pirata, que nació pirata y muere pirata, y le roba el alma. 
La mayoría de los hombres nacen así. Porque crecen en el machismo en el que sumás puntos, cuando sumás minas. Y nosotras crecemos creyendo en el príncipe azul y el estúpido cuento de hadas. Nos formamos en dos mundos distintos y de un día para el otro, nos tiran todos juntos a la cancha. Piratas, princesas, hombres y desalmadas. Es duro elegir una vereda, pero más duro es darte cuenta que no tenés elección. Que si te llevaron el alma, no hay vuelta atrás. 
Yo amo a los piratas. Y no tengo duda que lo mejor para una desalmada, es uno con parche. El problema es que por más vacía que esté, me gusta lo difícil. 'A este lo convierto'. Ingenuidad pura! Es como creer que un gay puede dejar de serlo si lo besás. Darte la cabeza contra la pared, una y mil veces más. Porque a mí no me gusta el pirata con novia. Ese me parece un gil. A mí me gusta el pirata libre. El que se entrega a las noches. Ese es el que quiero atrapar. Ese es el más difícil... porque yo no le quiero ganar a una mujer. Yo le quiero ganar a la noche que, sin dudas, es la mujer más linda.

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