martes, 20 de abril de 2010

+

Las cosas cambiaron mucho. Yo cambié. En realidad, siempre dije que la gente no cambia. Pero en fin, creo que cambié. Tampoco es que soy otra. Ahí está el punto. Hoy acepto más críticas. Sin embargo, las analizo, las mastico y yo decido si son constructivas, o si son pura mierda. Entendí que dejarme pasar por encima es ser boluda y no buena. Que nadie se pone a pensar en las cosas que vos hiciste por el resto mientras te pisan la cabeza para estar un escalón más alto. Por eso hoy estoy un poquito más allá.
A veces siento que mi forma de pensar está como en contra del mundo. Que las cosas que yo no tolero, o considero malas… para el resto son moneda corriente. Patético. Lo mío y lo de ellos.
Y no puedo evitar nombrarlo a él. Que me da el equilibrio, la paz, la tranquilidad y todo el amor que necesito para formarme como persona. Aprender a vivir de a dos. Esas cosas que nunca pude valorar, hoy son el estandarte en mi vida. Las cosas que consideraba imprescindibles e irremplazables, hoy pasaron a un segundo plano. Eso también es cambiar. No escribo tanto como antes. No sé si será que mi vida empieza a tener más actividades o simplemente porque hoy no tengo nada que cuestionarme. Hace mucho que no me deprimo. O sea, depresiones postas. De esas que son un garrón, pero que como toda masoquista disfrutaba. Es más, no soy masoquista. Si lo fuese realmente, creo que alejaría a mi novio para sufrir. Y admito que soy incapaz de hacerlo. Está bueno. El balance de estos últimos meses no tiene resultados tan negativos. Perfecto, esto me empieza a gustar.

No hay comentarios: