Siempre digo que ya es hora de que CENTRAL sea materia de estudio de sociólogos, que el misterio que rodea a esta pasión, sólo puede desentrañarse luego de un exhaustivo relevamiento realizado con rigor científico. Demás está decir que ni siquiera ello nos garantizará un cabal entendimiento acerca de que se trata esto de ser hincha de CANAYA.
Es que mientras me adentro en el mundo Central, menos explicaciones racionales encuentro acerca de porqué no nos puede doblegar la realidad, los fracasos y las estafas, porqué somos tan hábiles en esto de sortear las sombras, y seguir profesando tanto amor. Deberé concluir que hoy CENTRAL SOLO ES GRANDE POR SU GENTE DE HOY Y POR LA QUE AYER SUPO FORJAR UNA IDENTIDAD, que es deber nuestro, mas que nunca, mantener viva.
Quizá sonará chocante, y hasta de mal gusto lo que voy a escribir, pero no es mas que la verdad, al menos la mía: Si uno se atiene a los últimos 20 años de realidad futbolística e institucional, CENTRAL debería ser un club fenecido, solo las ruinas de un imperio, eso es, al menos lo que parece que algunos personajes siniestros parecieron y parecen empeñados en conseguir, en su búsqueda frenética de plata y poder, siempre en desmedro del sentimiento, de lo mas puro que tiene CENTRAL al fin.
Pero no, no pudieron lograrlo, CENTRAL NO ESTA MUERTO, ni mucho menos, no tiene mucha lógica que así sea, y es que pese a que he perdido la capacidad de asombro hace mucho, no puedo dejar de sorprenderme al ver la incondicionalidad de la gente que incansablemente sigue al NUESTRO ( la mayoría pibes que nunca saborearon las mieles de una vuelta olímpica) resignando dinero, tiempo, trabajos, salud, y porque no, dejando un poquito de la propia vida, en esa rara liturgia de andar profesando el amor a los gritos.
Si hoy CENTRAL ESTA DE PIE es mérito de nuestro inclaudicable pueblo auriazul, y si los hipócritas mandamases que reptan por las monedas no han podido destruirnos es porque NUESTRO DESTINO DE GRANDEZA ES IRREVERSIBLE, FATAL, INEVITABLE, y es que el canaya no entiende de que se trata eso de abandonar, y mucho menos eso de andar abandonando el sentimiento.
Por eso, y para que ese destino se vuelva presente, es necesario que nuestro pueblo no vuelva a permitir que nadie vuelva a jugar con nuestro sentimiento, entonces, el día que eso suceda, los éxitos serán eternos, la realidad de hoy será un mal recuerdo y los enemigos del sentimiento enviadarán nuestra gloria.
Nota publicada en Canalla.com
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