jueves, 5 de noviembre de 2009

A veces uno sufre por trivialidades. Sufre de vanidoso, egocéntrico, narcisista. Por frívolo. Esa es la raíz. La frivolidad. Pasarte horas pensando 'por qué no me llamó?', cosas realmente sin sentido.
Hoy, como hacía muchísimo tiempo no me pasaba, me miro al espejo y me veo grande. Por primera vez en mi vida estoy tan entusiasmada en mis cosas. Las responsabilidades hoy las tomo con las dos manos y las abrazo. Y para rematarla, no estoy sufriendo por idioteces. Me limito a deprimirme por cosas elementales. Si eso me falta, voy a sufrir. Hoy tengo pocas cosas en mi poder que puedo denominarlas como una necesidad básica en mi vida. Y las cuido, y las tengo. Hoy estoy feliz. No quiero hacer un choclo. Así que, voy a comer con mi mamá, contarle las novedades del día. Y después me voy a festejar el cumple de un amigo sin una gota de alcohol, porque soy una mujer de palabra. Y reírme mucho. Pero hasta que me duela la panza. Y ser feliz.

1 comentario:

Marunguis dijo...

Definitivamente te reìste hasta que la panza te doliò...(La de la cosita està ahi Maru...)

Sos ùnica, te pasan cosas ùnicas...
Y si, sos una MUJER de palabra...

Te amo (L)