domingo, 7 de junio de 2009

Yo lo sé. A veces puedo ser tan cruel como todos los que pasaron por mi vida. El problema es que sé que jamás merecerías nada de eso. Porque en dos meses me diste lo que nadie me dio. Esas ganas de amar y ser amada, de eso hablo. Esa sensación de seguridad, de protección.
Decís que siempre tengo las palabras justas. No quiero desilusionarte mi amor, pero me lleva horas armar cada frase en mi cabeza. El dialecto, el vocabulario y la puta lectura que, en teoría, te aumenta la capacidad de escribir... dejan de existir cuando me toca hablar de vos. A veces prefiero pensar que es porque las palabras no abarcan lo que me pasa con vos. Ese miedo, esas ganas, ese bienestar.. Cómo lo imprimo en un papel? Es imposible.
Y una vez más tengo que agradecerte. Porque estuviste otra vez en un momento que, de verdad, me cuesta mucho asumir. La falta de ella que era parte de mí. Y ahí estás vos, más firme que nunca. Con abrazos cuando los necesito, y con los chistes absurdos para salir del pozo en el que quedé. Y siempre tenés razón. "La vas a escuchar, sentir y hasta ver. Pero ya va a pasar"; y sí. La esucho, la siento y hasta la veo. Y hoy te lo digo y te lo repito: tenías razón.
Te necesito mucho gordito. Tus besos que me vuelven realmente loca, volverte loco como sé hacerlo. Todo. Me estoy yendo a dormir y no estás acá. Odio haberme acostumbrado a tenerte conmigo. Eso hace que te extrañe el doble.
Ninguno de los dos puede creer esto. Nosotros dos juntos? Creo que nadie pondría ni una moneda por esto que tenemos. Yo sí. Porque aunque no lo crea, lo estoy viviendo. Y es lo mejor que me podía pasar.
Te quiero mucho mi amor. Gracias por hacerme tan feliz.
Más tuya que nunca.

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