Sabemos que en mi vida fuiste un antes y un después. No es que quiera ser reiterativa. El objetivo de esto que escribo, está muy lejos de eso. Pero quiero dejar bien claro que no fuiste un ‘click’ positivo. Dejé de creer en el amor, dejé de sentir y de confiar. Se entiende, no? Con el perdón de las palabras, me cagaste la vida.
Me prometiste cosas que, sabías, jamás ibas a cumplir. Me engañaste con un amor artificial, mentiroso. Y te das el tupé de aparecer cada dos por tres para jurar que cambiaste, que aprendiste de tus errores. Que siempre vas a quererme. No te das cuenta que nunca pudiste y jamás podrías hacerme feliz. Pero lo más importante, no te das cuenta que esta vez es completamente sincero mi ‘no’ rotundo. Que cambié, que crecí. Entendí que ‘amor’ no es sinónimo de sufrir. Todo, pero todo lo contrario. Entiendo que no sos para mí. Que no tenemos nada para darnos. Costó, pero lo entendí.
Gracias a vos, hoy me cuesta decir ‘te quiero’ sin pensar que puedo estar cometiendo un error. Pienso que todos van a ser como vos. Crueles, mentirosos, sin una gota de amor sincero para dar. Y sé que me equivoco. Que no puedo catalogar a todos a raíz de lo que me hiciste. No puedo hacer que otros paguen tus platos rotos. Pero el que pasó por algo parecido, sabe que es más que difícil no meter a todos en la misma bolsa. Ya lo dije; el que se quema con leche…
Sin embargo, hoy estoy feliz. Hoy puedo jurar que no te necesito. Que te maté completamente. Porque sos un recuerdo oscuro, ese que nadie quisiera tener. Y yo tengo esa persona que intenté encontrar en vos. Él. Que me hace más feliz que cualquiera y me enseña todo lo que jamás te interesaste en que aprenda. Sí, el que hace todo lo que vos nunca te animaste a hacer, incluso, lo que no te importó hacer.
Sé que podés pensar que soy bastante estúpida. Tropecé tres veces (sí, tres) con la misma piedra. Con vos. Pero no hay una cuarta. Es que, hablando mal y pronto, sos un hijo de puta. Decías que tenías mi corazón y ni siquiera tenés uno propio. Sos lo más patético que vi en mi vida. Un fracasado con todas las letras.
Menos mal que existen hombres (con todo lo que eso realmente implica) para enseñarme a querer, a amar y a ser feliz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario