martes, 8 de septiembre de 2009


Nadie pensó, pero sucedió. Lo que temíamos que pasara entre tú y yo no se planeó. Ni siquiera lo vimos venir, pues era tan obvio que nos sorprendió a los dos.
Y cada vez que me llamas se agita mi mundo y vuelvo a soñar. Y cada mañana desde mi ventana yo quiero gritarte, asi quede mal. Que me faltas, que me faltas. Cada noche que estoy solo sin ti no puedo seguir. Me muero de amor por ti.

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